En Francia y en otros países europeos, recibieron el grueso de su inmigración varias décadas antes que España, y la mayor parte de las personas de orígenes no europeos que viven en ellos tienen ahora la nacionalidad del país en el que residen. Al ser nacionales de dicho país no están sujetos a leyes diferenciadas, ni padecen inferioridad de derechos legales en ningún aspecto. Cuando un negro o una persona de origen asiático se siente discriminada en el Reino Unido o en Holanda, por ejemplo, la discriminación no puede atribuirse a condicionantes legales (si cuenta con la nacionali…
