Los conflictos existen y no pueden ignorarse, son situaciones que nos acompañan a lo largo de nuestras vidas y en las sociedades más dispares.
La escuela no siempre ha tenido la consciencia de estar directamente relacionada con el entorno conflictivo del alumnado o, dicho de otra manera, con sus vidas reales. Evitar o ignorar el conflicto, o simplemente relegarlo a la hora del recreo, no es precisamente un posición elogiable, más bien podríamos tildarla de detestable.
Afrontar las situaciones conflictivas y sobre todo aprender a resolverlas de la forma más inteligente, es decir con efec…
